Vënkman es sinónimo de una copa de indie español con hielo que entra fuerte en garganta y se digiere fácilmente en la pista de baile.

Vënkman es el nuevo proyecto musical del compositor Teo Marín (guitarra rítmica y voz).

Una banda emergente que reúne a músicos de Mallorca, con una amplia trayectoria -Marcos Luzón (guitarra), Tom Miga (bajo) y Xisco Argüelles (batería)-.

Vënkman se sirve una copa de indie español con hielo, la digiere a su manera y cuenta historias en primera persona, con un estilo propio y un sonido que baila con las sombras.

El pasado 7 de enero de 2020, lanzan al mundo su primer trabajo: «¿Hay Alguien Ahí?», un EP autogestionado y producido por Thony Bloom (Mono Boost Studio), formado por seis canciones con las que la banda se exprime al máximo y muestra con contundencia que vienen para quedarse. Melodías pegadizas, letras cuidadas y una elegante producción indiepop que se sostiene sobre bases electrónicas.

La pandemia frustró las fechas cerradas de la gira presentación de «¿Hay Alguien Ahí?», dando paso a streamings y a la inspiración única que ofrecen los días raros. Todo esto, por supuesto, dejó un muy buen espacio para crear su recién estrenado disco: «Pausa dramática».

«Pausa dramática» son siete temas creados en uno de los puntos más catárticos de la vida de su autor, Teo Marín; y probablemente de muchísimas personas que tras una introspección forzada producto de un confinamiento global, han apretado el botón de reset (o al menos se lo han planteado muy seriamente).

Pop, rock y bases electrónicas dan forma y estilo a este primer LP de Vënkman, producido por Thony Bloom y grabado en MonoBoost Recording Studio; compuesto desde las entrañas, con todos los ingredientes para calar en el gran público.

En Septiembre de 2021 se publicó “Imperfecto”, el primer single de este nuevo trabajo, en lo que se interpretó como toda una declaración de intenciones.

Luego, han seguido presentando canciones mientras nos iban deconstruyendo las emociones, las contradicciones, las dualidades que nos humanizan y desgastan a partes iguales.

“A quién le Hagan Daño” fue la siguiente, y nos puso en crudo el amor más primigenio, por el que serías capaz de morir y matar, querer que duele y querer que cura. Le siguen temazos como “Autómatas”, “La Constante”, “¿Qué nos Queda?”, que han ido desgranando este disco hasta llegar a “Todo lo que yo quiero”, el último single publicado y focus track del recopilatorio.

En concreto, esta canción se presenta como un tema lleno de subidas y bajadas, de momentos prácticamente acústicos, y estribillo vibrante, oscuro y eléctrico. Las guitarras se pierden entre bases electrónicas, dejando que la batería y el teclado sean los grandes responsables de narrar el conflicto interno que propone su lírica.