De las tinieblas surge un nuevo concepto en lo electrónico: tildes pop con ascendencia R&B y sonidos dark muy pegadizos.

Carlos Puebla, natural de Madrid, es quien se esconde detrás del proyecto musical Chuck Skellington. Su música es de lo más variopinta y escapa de cualquier molde prestablecido hasta el momento. Parte de este mix estilístico procede de su estancia y estudios, cuando era adolescente, en Philadelphia donde conectó de lleno con los ritmos del R&B.

En el año 2019 se presentó al concurso Got Talent en España y quedó finalista de su edición. Este salto a las pantallas le permitió adentrarse en el sector de la industria musical y comenzar a conocer sus entresijos para ir formulando todo su proyecto.

Actualmente se encuentra inmerso en la preparación de su primer EP; un recopilatorio de 5 temas a través de los cuales Chuck Skellington presenta al mundo sus procesos vividos, creencias y experiencias.

Su nuevo lanzamiento de otoño, Sinner, habla sobre refugiarse en la fiesta, los excesos y el sexo para escapar de los problemas, sobre todo después de un mental breakdown. Justo este lanzamiento coincide con la noche de Halloween, fecha coherente con la estética, mensaje y halo que provoca la escucha y visión del videoclip y audio de Sinner.

En conclusión: al final el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. En este tema el artista es el pecado encarnado, el mismísimo príncipe de las tinieblas incitando a la gente a sucumbir al lado oscuro.

«Está bien de vez en cuando dejarse llevar por nuestros deseos e impulsos, porque igual que todo el mundo tiene luz, también tenemos oscuridad».

 

El músico prepara recopilatorio y ya podemos disfrutar la primera perla y anticipo del mismo: «Breakdown».

El EP que prepara es muy especial porque habla sobre la reconexión con su yo verdadero. Estará compuesto por cinco canciones en las que cuenta al mundo todos los procesos por los que ha pasado, sus creencias y sus experiencias.

“Breakdown” habla de cómo empezó todo, del momento en el empezó a cuestionarse todo sobre sí mismo.

El artista narra parte de su disyuntiva vital ante ciertas casuísticas inevitables: qué está bien o mal, qué debemos hacer versus qué queremos hacer, etcétera. Todas esas batallas, que están presentes su cabeza y en la de todos, muchas veces provocan el giro de volante drástico de querer dejarlo todo para empezar de cero.